Una señora que caminaba por una zona céntrica de San Lorenzo de Argentina se sorprendió al ver un ataúd en un contenedor de basura que, por su tamaño, aparentemente era de un bebé. Avisó a oficiales de la policía quienes acudieron inmediatamente al lugar.
Los oficiales realizaron el levantamiento del ataúd y se lo llevaron para hacer sus debidas investigaciones. El ataúd tenía grabada una fecha de nacimiento, fallecimiento y dentro contenía un esqueleto pequeño. Lo extraño fue que necesitaron de un antropólogo para corroborar los resultados de la investigación.
Grande fue la sorpresa cuando horas más tarde se confirmó que lo que había dentro del ataúd no era un esqueleto de un bebé, era el esqueleto de un gato. Un gato que había sido botado a la basura dentro de un ataúd.