Leah Lokan, una enfermera de 65 años de edad que vivía en California, decidió hacer un viaje en bicicleta junto a su hermana y una amiga. Al oscurecer decidieron detenerse en la ciudad de Ovando. Esta comunidad, con una gran extensión de bosques y montañas, es habitada por menos de 100 personas.
La fallecida y sus acompañantes armaron su tienda de campaña para pasar la noche. A las 3:00 am escucharon ruidos, salieron de su carpa y vieron que un animal rondaba por el lugar. Sin embargo, parecía que ya se estaba retirando. Poco después la fiera regresó y atacó a la sra. Lokan. Durante el ataque utilizaron un spray anti-osos para obligar al animal a que saliera de su campamento. Pero vanos fueron los esfuerzos.
Las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y la vida silvestre están buscando al oso para dormirlo. Según la agencia “Pesca, Vida Silvestre y Parques”, se está utilizando alta tecnología y trampas para encontrar al oso que hasta ahora ya mató a muchas gallinas cerca del lugar de los hechos.
Los familiares de la difunta la recuerdan como “Aventurera”. La sra. Flowers mencionó que tenía una pasión por la vida que estaba fuera de lo común.
En Estados Unidos la gran mayoría de los parques alberga a gran cantidad de osos y en 20 años es el tercer caso de ataque a humanos.