A pesar de los millones de muertos que a la fecha ha dejado la pandemia del coronavirus, todavía hay personas que se niegan a seguir las recomendaciones para evitar el contagio, como es el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos.
Es por esto que algunos gobiernos están ejerciendo mano dura para los que no sigan los protocolos. Es el caso de Sinagpur que castiga con cárcel a quienes no sigan las normas sanitarias.
Benjamin Glynn es un británico que ha visto lo duro que es ignorar las medidas de prevención en ese país, ya que por no llevar puesta la mascarilla en el transporte público arriesga hasta seis meses de cárcel por infringir las normas.
El inglés de 39 años estaba de visita en el país asiático, no usó la mascarilla para cubrir boca arriba de un tren de vuelta a su casa, lo que le valió estar 28 horas detenido, según informa The Sun.
Glynn cree que las mascarillas son un engaño y que no tiene sentido usarlas, pero independiente de su creencia, no se percató que alguien lo estaba filmando en el transporte público e hizo público el video en la web.
Bastó ese registro para que al día siguiente la policía apareciera en la puerta de su casa y lo detuviera. La autoridad le quitó su pasaporte lo que le impidió volver a Inglaterra y ahora arriesga pasar seis meses tras las rejas en una prisión en Singapur.
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