El prometido de Sofía, Patriciio, ve la oportunidad perfecta para alcanzar su verdadero objetivo, la riqueza, a través de la fábrica de chocolates que ahora regenta su novia. Sin embargo, Sofía conoce a Salvador, un ex piloto de carreras que tras un golpe del destino acaba trabajando como chófer. Pese a los obstáculos del camino, Sofía y Salvador demostraran que su amor llegará hasta el fin del mundo.