El gobernador de la provincia argentina de Salta, Gustavo Sáenz, afirmó que Argentina no tiene la obligación de dar explicaciones a Bolivia sobre la construcción de una cerca de 200 metros en la frontera.
“No tenemos por qué dar explicaciones sobre este tema. La frontera son 740 kilómetros. Estamos hablando de dos cuadras y media dentro de nuestra casa. No tenemos por qué explicarle a Bolivia lo que estamos haciendo”, dijo Sáenz.
El Gobierno provincial de Salta anunció este lunes, mediante su Boletín Oficial, la licitación para la construcción de un “alambrado perimetral” en el cruce fronterizo de Aguas Blancas, en la localidad argentina, y la ciudad boliviana de Bermejo.
La valla, que tendrá 2,5 metros de altura, se instalará entre la oficina migratoria argentina y la terminal de buses, con el objetivo de controlar el flujo migratorio proveniente de Bolivia.
La Cancillería boliviana advirtió que “cualquier medida unilateral podría perjudicar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.
Sin embargo, Sáenz calificó el comunicado del país vecino de “cómico”, y afirmó: “Nosotros podemos explicar en tanto y en cuanto estemos invadiendo su frontera o el país, pero no se está haciendo eso. Este alambrado solo está ocupando el tejido municipal de Aguas Blancas”.
El gobernador de Salta ratificó la construcción del cerco al indicar que reducirá el “riesgo de incidentes” y contribuirá al monitoreo por parte de las fuerzas policiales para responder ante posibles “situaciones de riesgo”.
“Con esta infraestructura, brindaremos mejores condiciones para una migración ordenada y segura, previniendo el contrabando y el tráfico ilegal, y fortaleciendo la economía local”, señaló Sáenz en sus redes sociales.