Una de las tradicionales críticas a las papas enlatadas es la supuesta presencia excesiva de grasas, las que pueden generar daños graves en la salud de las personas. Ante esto, y como un intento de derribar dicho mito, una de las compañías que elabora este tipo de producto permitió que se grabara el proceso de fabricación. Pese a que muchos creen que su fabricación es bastante compleja, la verdad es que todo nace de una masa de patatas hecha por "cereales de papa", una parte de agua y almidón, la que, posteriormente, es aplanada para formar una fina hoja que termina siendo cortada por un molde con la típica forma ovalada. Tras esto, y con el objetivo de que queden crujientes, se fríe el snack por unos 11 segundos antes de completar el último paso: ser cubiertas con el condimento que les da sabor.