Investigadores de la Universidad de Sidney alertan de un fenómeno denominado fatiga de condón y se acentuó con la irrupción del coronavirus. El uso del preservativo es una herramienta de salud y eficaz para combatir la propagación de infecciones de transmisión sexual (ITS). Pero preocupa que los casos de ITS continúan proliferando en el mundo.
A nivel mundial, cada año se registran aproximadamente 500 millones de casos nuevos de enfermedades de transmisión sexual. Entonces, al parecer los condones, a pesar de su efectividad y disponibilidad, no son usados adecuadamente para detener el aumento de enfermedades de transmisión sexual
Algunos factores que motivan el uso y no uso de condones son: alcohol y consumo de sustancias, búsqueda de sensaciones, educación sexual y la percepción de que los preservativos impiden el placer.
Las personas pueden no ser tan estrictas sobre el uso constante de condones y los estudios recientes esta conducta ha recrudecido en la pandemia.
Los investigadores alertan de un fenómeno que indica que el preservativo ha entrado en competencia con el barbijo.
La investigación sugiere que los mensajes de salud, monótonos y repetitivos pueden provocar fatiga. A su vez, la actitud de los destinatarios hacia el comportamiento objetivo se vuelven cada vez más desfavorables. Es decir, que las personas fatigadas de mensajes corren el riesgo de renunciar a los consejos de las campañas de salud.
Evitar o renunciar los mensajes de salud tienen una serie de riesgos, que facilita las relaciones sexuales sin protección e ignora el distanciamiento social, lo que pone en riesgo la exposición tanto a las ITS como al covid 19.