Hoy en día la mayoría de las personas optaron por una instalación de cámaras de seguridad en sus domicilios. Dichas cámaras captan lo que sucede las 24 horas del día. Un día sucedió algo que obligó a los dueños a facilitar imágenes a la policía para detectar a los responsables de un hecho desafortunado.
Es el caso de este adolescente, Adam Toledo de trece años. Falleció tras recibir un disparo en el pecho por un policía. El hecho fue captado por las cámaras de seguridad del lugar. Se observó que un efectivo persiguió al joven ordenándole a gritos que se detenga.
“Manos. Muéstrame tus malditas manos” son las palabras con las que se dirigió al adolescente. Adam se dio la vuelta, levantó las manos y lo miró asustado. El policía le dispara una vez y el adolescente cae al piso. El oficial, procede a acercase para ver el estado del muchacho pero este se asusta y pide ayuda por radio.
Según declaraciones la persecución se dio porque efectivos policiales escucharon disparos, también vieron a dos personas en un callejón. Uno de ellos era Adam, el joven que falleció.