La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que actualmente el 90% de las personas en todo el mundo están expuestas a altos niveles de contaminación atmosférica, debido a la emisión de combustión de combustibles fósiles en automóviles, camiones y centrales eléctricas, entre otros.
Un estudio realizado por el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King’s College de Londres en el Reino Unido y la Universidad de Duke en los Estados Unidos, identificó un vínculo entre la contaminación del aire y el riesgo de desarrollar enfermedades mentales como depresión y ansiedad.
La investigación, publicada en JAMA Open Network, analizó a 2000 gemelos nacidos en Inglaterra y Gales entre 1994 y 1995 y les hizo un seguimiento hasta que cumplieron 18 años.
El estudio identificó que los jóvenes que estuvieron expuestos a mayores niveles de contaminación presentaron mayor riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos, incluido la dependencia del alcohol, el TDAH y el trastorno de ansiedad generalizada.
“Este estudio ha demostrado que los niños que crecen en nuestras ciudades más grandes enfrentan un mayor riesgo de enfermedad mental, debido a los niveles más altos de tráfico”, señaló Dra.Helen Fisher, coautora del estudio e investigadora principal de King’s IoPPN
Fisher agregó que “si bien nos gustaría pensar en nuestros pueblos y ciudades como espacios verdes y abiertos, está claro que existe un peligro oculto que muchos ni siquiera habrán considerado”.
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