Alistair Campbell vive en Nueva Zelanda y tiene tres hijos. Dos de ellos, Charlotte y Lewis sufren de dificultades auditivas. Es por eso que Charlotte utiliza, desde que tenía 4 años, un implante coclear que le permite escuchar mejor y Lewis utiliza audífonos. Su padre sufría porque su hija Charlotte se pudiera sentir diferente y discriminada por su implante, por lo que decidió apoyarla de una manera única: se tatuó un implante coclear.
"Lo hice por amor a ella", cuenta el orgulloso padre.
Declara que aunque le dolió un poco, no era nada que no pudiera manejar. Además, prometió que se iba a rapar cada vez que su hija lo pidiera o necesitara apoyo. Este es un bonito gesto de amor y apoyo. ¿Tú harías algo así por tus hijos?