La familia de Bobi un perro Rafeiro do Alentejo originaria de Portugal, celebró su cumpleaños número 31, en una fiesta el día sábado en su casa, en el pueblo rural Conqueiros en Leiria, al oeste de Portugal. Se dice que asistieron más de 100 personas a la fiesta portuguesa, “muy tradicional” en esa región.
Bobi ha vivido sus 31 años en este pueblito y su dueño declara que siempre ha comido lo mismo que ellos, nunca ha estado encadenado, siempre tuvo libertada de caminar por el pueblo o en el bosque, como actividad favorita está la de acostarse cerca de la chimenea y relajarse al calor del fuego.
El dueño de Bobi, Leonel Costa, declaró que él lo adoptó a sus 8 años y aunque no fue bien recibido del todo “bien” por su padre, optó por criar a Bobi con sus hermanos de manera oculta cuando él solo era un cachorro.
Costa declaró también a Guinnes que Bobi recibió mucha atención desde que fue coronado como “El perro más viejo del mundo”. “Tuvimos muchos periodistas y personas de todo el mundo que vinieron a tomarse una foto con Bobi”, indicó.
En el último tiempo a Bobi se le hace muy difícil caminar, esto por su avanzada edad. Su vista ha bajado gradualmente y ahora es muy poca, porque que casi siempre se choca con algo cuando camina, como las personas de edad avanzada Bobi se la pasa mayormente durmiendo después de comer.
“Bobi es especial porque mirarlo es como recordar a las personas que fueron parte de nuestra familia y, lamentablemente, ya no están, como mi papá, mi hermano o mis abuelos que ya se fueron de este mundo”, comentó Costa. “Bobi representa esas generaciones.”
Gentileza: infobae; CNN; Wfa