Descubre 2 muñecos en vez de los cadáveres de sus bebés gemelos durante el funeral, y resultó que su esposa le mintió sobre el parto.
La mujer admitió haber fingido el embarazo porque no quería “contrariar” a su esposo, que tenía muchas ganas de tener hijos.
Daúd Daúdov viajo hasta la república de Daguestán para participar del entierro de sus dos hijos gemelos, que fallecieron al nacer, pero grande seria la sorpresa de este hombre al ver que lo que estaba envuelto en las mortajas no eran los cadáveres de sus hijos sino más bien dos muñecas de plástico, el ministerio del interior de esa república al sur de Rusia público un video donde Daúdov realizaba el macabro hallazgo.
Las autoridades también hicieron público un video donde el hombre conto todos los detalles de los hechos, según él su esposa había dado a luz a los mellizos el 3 de febrero por la noche y tras 6 días del parto le comunico que los bebes habían muerto, luego de ver a los muñecos se convenció de que los bebes estaban vivos en algún lugar.
Sin embargo, el gobernador de la región, Vladimir Vladímirov, anuncio que la esposa de Daúd había estado mintiendo, nunca estuvo embarazada, y que toda la historia del parto y de la muerte de los bebes había sido inventada.
Se informó a las autoridades que se revisaron todas las bases de datos y no había ningún registro de que la esposa de Daúdov haya ingresado a algún hospital, la mujer admitió que engaño a su esposo y a sus familiares durante 9 meses diciendo que estaba embarazada ya que su marido tenía muchas ganas de tener hijos
En su testimonio la mujer confiesa que dio positivo a la primera prueba de embarazo y en la segunda negativo, pero que decidió fingir estar en la dulce espera porque “vio lo feliz que estaba su marido cuando se enteró de que estaba embarazada, y no quería contrariarlo”.
“No tenía un plan claro. De vez en cuando sentía que mi barriga crecía. Al fin y al cabo, esperaba estar embarazada (…) Es difícil para mí explicar esto, por un lado, me di cuenta de que no estaba embarazada, por otro lado, no podía detenerme y dejar de fingir estar embarazada. (…) Engañé a todos mis familiares y a mi cónyuge, y es algo que lamento mucho”, explicó la mujer.
Las autoridades aseguraron que no solo la esposa, sino también el marido, debe asumir la responsabilidad de lo ocurrido, y se ofreció a ayudar a la familia. Se sugirió que es posible que la mujer no hubiera actuado como lo hizo de haber contado con el apoyo de su marido. “Quizás el esposo construyó unas relaciones familiares no basadas en la comprensión”