El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó a sus partidarios a salir a las calles listos para el “combate”, como respuesta a las protestas pacíficas espontáneas surgidas el domingo 11 de julio contra su Gobierno en diferentes puntos del país.
La manifestación tiene lugar en medio de una grave crisis económica y sanitaria. En la que se sufre una preocupante falta de alimentos, medicinas y diferentes productos básicos. Las protestas piden al Gobierno de Estados Unidos que encabece una intervención internacional para evitar que los manifestantes sean víctimas de ¨un baño de sangre¨.
Las protestas se han producido en diferentes localidades del país caribeño, como San Antonio de Los Baños, Güira de Melena y Alquízar en la provincia occidental de Artemisa, Palma Soriano en Santiago de Cuba y también salió gente a las calles en algunos barrios de La Habana.
En la protesta pública en San Antonio, se presentó el presidente cubano, quien en un acto de respuesta celebrado en una plaza de esa localidad con un grupo de partidarios lanzó una proclama en la que culpó del desabastecimiento de víveres y medicinas al embargo de Estados Unidos contra la isla.