Desde el 30 de octubre, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Kealia Pond en Hawái presentó un color rosa en sus aguas.
Investigadores piensan que esto podría deberse a la extrema sequía en la región. Esta habría incrementado la salinidad de las aguas, el doble que la del mar. Por tanto, las autoridades recomendaron evitar el contacto y consumo con estos cuerpos de agua.
Los análisis han descartado algas tóxicas, sugiriendo la presencia de organismos halobacterianos como los causantes. Estos prosperan en este tipo de ambientes, aunque para confirmar esto se requiere un análisis de ADN. El cambio no ha reportado efectos en graves en especies del lugar.