Un abrazo disminuye el estrés, relaja los músculos, da seguridad y confianza. Lo más importante: nos hace sentir bien. En las redes sociales circula una fotografía de una voluntaria de la Cruz Roja y un migrante que acababa de llegar a la ciudad de Ceuta.
La voluntaria fue identificada como Luna de 20 años. La muchacha ayudó al joven de piel morena que se puede observar en las fotografías. El la abrazó y lloró desconsoladamente y de fondo se podía observar que el personal médico que acompañaba a Luna, intentaba reanimar a su compañero.
Al viralizarse la foto, de inmediato los usuarios de distintas redes sociales se manifestaron mediante comentarios racistas, xenófobos y machistas. Tras duras críticas, Luna decidió cerrar todas sus cuentas en sus redes sociales, no sin antes dejar un gran mensaje a la población en general.