De entre muchos otros animales e insectos, las abejas destacan por su importancia y habilidad para polinizar las plantas, además de ser las productoras por excelencia de un producto que algunas personas consumen a diario, la miel.
Sin embargo, su vida y habitad está cada vez más amenazado por la actividad humana.
Hoy 20 de mayo las Naciones Unidas estableció que sea el Día Mundial de las Abejas, como forma de crear concientización para proteger a estos insectos.
La campaña no solo se enfoca en abejas, pues existen polinizadores, invertebrados (como mariposas y abejas) y vertebrados (como los murciélagos) que también son de gran importancia.
El trabajo de estos seres vivos es fundamental para la reproducción adecuada de las plantas. No obstante, no solo se trata de la vida vegetal, sino también del cuidado y correcto funcionamiento de los ecosistemas.
La fragilidad de los insectos es inmensa. En 1965 Rachel Carson publicó su libro “Una Primavera Silenciosa”, una obra que ha inspirado y alarmado a varios amantes de la naturaleza, quienes captaron el mensaje de la bióloga, cuando notaron que los sonidos de los insectos y los graznidos de las aves se habían silenciado.
Muchos campos de monocultivos, son rociados con pesticidas, los cuales acaban con todos los insectos, algo que desencadena un daño simultaneo en todo el ambiente. Peces, aves, lagartos, plantas y hasta los propios humanos corren riesgo.
Queda mucho por hacer para lograr un desarrollo sostenible pero nunca es tarde para comenzar. Si ves una abeja no la mates, trata de usar menos productos químicos, cuídalas y así también preservarás el planeta.