Es una referente del seleccionado argentino de hockey, el encuentro en el que Las Leonas derrotaron a Alemania, concluyó con un final feliz por la goleada de 3 a 0 y la clasificación a las semifinales del torneo en Tokio 2020.
Una de las jugadoras es Rocío Sánchez, quien fue madre el 10 de marzo de este año, una pequeña de nombre Francesca. A la que tuvo que dejar con su familia para contribuir en el sueño albiceleste en su nueva aventura olímpica.
Sánchez dijo: “Estoy super agradecida de estar acá. A mi novio, a mi mamá, al chapa y al equipo, que si no fuera por ellos no podría estar acá”. Su preparación fue distinta a la del resto del grupo.
“Estuve entrenando hasta lo que pude. Tenia fecha de parto el primero de marzo y no sé adelantó. Ya que Francesca nació con 41 semanas y media y por cesárea”. Cuando nació, me sentí bien y pasó un mes para volver y que me adapte.
La jugadora este 2 de agosto cumplió 33 años, y fue homenajeada por sus compañeras en plena cancha durante los efusivos festejos del equipo. Porque su historia para llegar a los JJ.OO. es la más especial de todas. Ya que tuvo que dejar a su hija Francesca en Buenos Aires, y hoy estuvo otra vez en el equipo para ir por otra gesta de este emblemático seleccionado argentino.
Las Leonas volvieron a hacerlo, están en otra semifinal olímpica y estarán hasta el último día de la competencia soñando con una medalla dorada que, por historia, merecen largamente.