En la costa de Massachusets, Estados Unidos. Un pescador de nombre Michael Packard, se llevó el susto de su vida al ser tragado por una ballena jorobada mientras estaba buceando.
Sucedió que el buceador cuando estaba bajo el agua, no se dio cuenta de que tenía cerca al cetáceo, que lo tragó y le mantuvo dentro de su boca aproximadamente unos 40 segundos.
El hombre aseguró que fue un accidente y que todo sucedió porque estaba “en un mal lugar, en mala hora”.
El buceador sólo tiene moretones por todo el cuerpo y salió sin mayores lesiones, ni huesos rotos.
Lo que explicaron los expertos es que estas ballenas salen a buscar comida y que, al abrir su boca, tragan peces y agua muy rápidamente y luego filtran lo que sobra a través de sus barbas.
En este caso, el peligro residía en que se hubiera quedado en su boca y no en que se lo tragase. Porque la boca de la ballena es grande, pero la garganta es pequeña, por lo que no podía es tragarse al hombre.
Packard recomendó a todo el mundo que: “por favor, si ven una ballena, aléjense lo más rápido posible y déjenlas tranquilas”.