También han podido acceder a los ‘kibutz’ atacados, donde las milicias cometieron matanzas. Uno de ellos se encuentra a cinco kilómetros de la valla de Gaza. Allí vivían unas 800 personas. Decenas murieron el pasado sábado, entre ellas 40 niños que dormían juntos en el pabellón infantil. Una auténtica masacre denuncian quienes han acudido al rescate.