La Organización Mundial de la Salud incluye los frutos secos entre los alimentos recomendables para una dieta saludable. Son ricos en ácidos grasos Omega-3, vitaminas y minerales. Mejoran la función del corazón, son activos en la lucha contra el cáncer y reducen el riesgo de Alzheimer.
Sin embargo, la porción recomendada quizá dista mucho de lo que solemos consumir. Los nutricionistas aconsejan no pasarse de los 30 gramos al día varias veces por semana para que los frutos secos no tengan un efecto adverso a la salud.
Conviene saber que no todos contienen la misma cantidad de grasa. Según informa la revista Quo, 30 gramos de pistachos suman 15 gramos de grasa. El mismo peso de nueces crudas, 22 gramos. Por otra parte, las grasas de las nueces son mono y poliinsaturadas, es decir grasas buenas que ayudan a controlar el colesterol.
Elizabeth Neale, profesora de la Universidad de Wollongong, recopiló varios estudios sobre la alimentación con frutos secos y las conclusiones las publicó en Newsweek. Neale afirmó que las personas que comen habitualmente frutos secos tienden a ganar menos peso y no modifican por ello su índice de masa corporal o circunferencia de la cintura. Además, las nueces en particular nos ayudan a sentirnos satisfechos por más tiempo, a diferencia de otros alimentos. Por último, su ingesta implica un aumento de la cantidad de calorías quemadas, tal vez por tratarse de las llamadas grasas buenas, aunque no está del todo confirmado.
En general, la evidencia sugiere que las nueces son un bocadillo saludable que puede proporcionarnos muchos de los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Podemos incluir con confianza los 30 gramos recomendados de nueces al día en una dieta saludable, sin preocuparnos por el efecto que tendrán en nuestras cinturas.
Fotos: Shutterstock
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