Los comerciantes realizaron la limpieza y desinfección de las calles aledañas a la iglesia. Con baldes de agua y escobas efectuaron el aseo de las aceras y postes, sacando los afiches.
Apoyando la buena causa llegó una cisterna para ayudar con la desinfección, en los lugares donde las vendedoras se acomodan para ofrecer sus productos.
Con el fin de mejorar el aspecto de Quillacollo, especialmente por las fiestas de Urkupiña, ya que llega gente del interior e incluso del exterior para visitar a la Virgen, pretenden mostrar un ambiente acogedor y limpio a las personas que visitan la región.