Un cohete chino que está fuera de control debe volver este fin de semana a la atmósfera terrestre, con un riesgo mínimo, aunque no nulo, de causar daños en la Tierra.
El país asiático puso en órbita el 29 de abril el primer módulo de su estación espacial, gracias al cohete portador Long March 5B, el más potente e imponente lanzador chino.