Un constructor junto con su grupo de albañiles destrozaron la casa en la que trabajaron durante meses en su refacción. Al no recibir el pago que demandaron por los trabajos extras decidieron demoler la obra que edificaron.
El dueño del terreno en Inglaterra, un hombre de 40 años, contrató los servicios de un constructor para la refacción de su casa. Él se negó a pagar la suma de 3 mil 500 libras esterlinas que fue demandada por los albañiles debido a trabajos extras.
Los obreros de la construcción procedieron a destechar y demoler las habitaciones que edificaron, esparciendo los escombros por todo el jardín mientras el dueño del inmueble se encontraba de vacaciones.