Hurrem era un esclava que llegó al palacio del sultan otomano Suleimán, El Magnifico. En el lugar enamoró al líder y se convirtió en su concubina favorita, le dio cinco hijos y lo convenció de contraer matrimonio con ella, a pesar que en la historia ningún monarca se había casado con una esclava.
Poco a poco, Hurrem comenzó a tener mayor poder en el harem de Suleimán y conspirar contra quienes se opusieran a sus planes de llevar a uno de sus hijos al trono, por sobre el primogénito de Suleimán -quien de asumir asesinaría a sus hermanos como era la costumbre-. La mujer se convirtió en el mayor apoyo del Sultán, quien le consultaba su opinión en la mayoría de las materias de su gobierno.