La primera lectura pública este sábado, desde el balcón del patio del palacio londinense de Saint James, de la proclamación del rey Carlos III estuvo acompañada de salvas de cañón y una interpretación del himno nacional, en el que desde ahora se sustituye el “Dios salve a la reina” por “Dios salve al rey”. Y se escuchó fuerte tres veces el “Hip, hip, hurra”, las vivas para el flamante soberano.