Los vecinos del Condominio donde la familia Bowles Añez vive, son de alguna manera los protagonistas de esta dura historia del maltrato, que logró hacer pública la denuncia de la violencia a la que era sometida el menor, bajo el silencio de la madre. Los vecinos reiteran que al niño lo vieron siempre muy retraído y con la mirada perdida, “el niño merece una nueva vida” comentaron.