El pasado 30 de octubre, la policía del distrito de Queens en Nueva York, Estados Unidos, recibió una llamada para acudir a la casa de Carla Garriques, de 28 años, donde encontraron a un bebé de apenas 7 meses inconsciente, aunque sin signos visibles de traumatismos.
Al llegar al hospital, se certificó su muerte y esta semana, el informe forense confirmó que la muerte del niño respondía a un homicidio, y que el bebé parecía estar desnutrido. La causante podría haber sido su madre, tras alimentarlo con una restrictiva dieta vegana.
“Vegano significa todo lo que está en esta Biblia”, dijo su madre, libro sagrado en mano, en una entrevista con el diario estadounidense New York Post, horas después de hacerse público el resultado del informe forense, quien también defendió que no quería “llevar un niño gordo” y alegó que lo alimentó siguiendo las sagradas escrituras.
“Soy muy sabia. Soy muy inteligente y leo mi Biblia”, sentenció la progenitora del pequeño, que falleció a los siete meses, quien además admitió no haber vacunado nunca a su hijo contra enfermedades infantiles.
Durante su entrevista con el medio, Carla defendió que no quería alimentar al pequeño “con fórmulas que contienen productos químicos” y que, en su lugar, lo hizo con “frutas y verduras trituradas con patatas hervidas”. La madre tiene otros tres hijos, incluida una pequeña de 2 años de edad cuya custodia fue retirada por las autoridades tras la muerte del bebé de 7 meses.
“Traté de escapar y se llevaron a mi hija porque sintieron que estaba en peligro porque mi hijo murió”, dijo en su entrevista. “¿Por qué intentan averiguar lo que hace Dios?”, añadió Carla. Pese a que no se ha hecho una acusación formal, fuentes policiales dijeron al diario estadounidense que la madre es una persona “de interés” para la investigación.
Foto: NYPD.