La tradicional festividad de Alasita reúne a miles de personas que, con profunda fe y arraigadas costumbres culturales, adquieren miniaturas que representan sus sueños y aspiraciones.
Desde casas y autos hasta títulos y negocios, cada objeto es bendecido en un acto conocido como challar, en el que se invoca prosperidad y bienestar para el futuro.
Esta celebración refleja la riqueza de una tradición que fusiona la espiritualidad con el deseo de progreso.