El arquero de 33 años se convirtió en héroe de Australia que eliminó a Perú por penales en el repechaje por el penúltimo lugar para el Mundial de Qatar 2022 y contuvo el último tiro en la definición y se destacó por su particular baile antes de cada ejecución de sus rivales. El entrenador australiano Graham Arnold lo mandó al campo de juego en el final del alargue como su carta ganadora (en lugar de Ryan, el golero titular y capitán del plantel) y le trajo buenos resultados.
En cada previa a los remates de los jugadores peruanos el guardameta oceánico efectuó un particular baile con el objetivo de desconcentrar a sus rivales. En tres de ellos no tuvo resultado, pero tuvo una señal a favor en el tiro que Luis Advíncula pegó en el palo derecho. Aunque la explosión llegó con la última ejecución de Alex Valera, que contuvo Redmayne arrojándose a su derecha.
“Es una manera de que el rival no sepa a dónde me voy a tirar y además quiero que se pongan nerviosos, que el arco les resulte más chico de lo que realmente es. No siempre me da resultado, pero esta vez me permitió atajar dos remates”, explicó en 2019, cuando usando esa misma técnica fue la figura en la definición del título que su equipo, el Sydney FC, le ganó por 4-1 en los penales a Perth Glory por la final de la liga del fútbol australiano. En esa oportunidad contuvo dos penales y en uno de ellos, acertó la intención de picarla de su rival.
Más allá de ser un personaje particular su carrera deportiva podría haber tenido un giro importante y quizá hubiese llegado a la Premier League. En 2005, con 16 años jugó en el New South Wales Institute of Sport (Instituto de Deporte New South Wales), y su equipo culminó sin goles en un encuentro ante un equipo juvenil del Arsenal. Por su labor, Redmayne fue invitado por el club londinense a una prueba en Inglaterra, según informó un artículo del Sydney Morning Herald.
Respondió bien y Liam Brady, un referente de la entidad británica, que dirigía la academia del Arsenal, le hizo la propuesta de ficharlo. Aunque el elenco londinense se decidió por otro golero antes y optó por Wojciech Szczęsny.
Más allá de ese episodio Andrew no se enojó ni le tomó bronca al club inglés: “Me volví fan del Arsenal tras aquella experiencia”, recordó en aquel artículo del Morning Herald.