El lago Poopó, segundo más grande de Bolivia, está atravesando cambios significativos. Se ha convertido en un desierto en medio de un clima cálido y seco, situación que ha acelerado un proceso que los expertos creen que podría ser irreversible.
Este lago esta ubicado en el departamento de Oruro. En años anteriores fue una fuente de vida para los lugareños que pescaban en su abundantes aguas y cultivaban a lo largo de sus orillas. Ahora eso es solo un recuerdo. No queda rastro de lo que fue.
Este lago fue víctima durante décadas de la desviación de sus aguas para las necesidades regionales de riego, explicaron varios expertos. La recuperación es cada vez más difícil y menos probable.
Jorge Molina, investigador de la Universidad Mayor de San Andrés, manifestó que cada año que pasa le situación empeora.”Ya no es funcional. Un lago que se seca con demasiada frecuencia ya deja de ser funcional para la fauna, la flora y la biodiversidad”.
Lo cierto y ña realidad es que la actual sequía del lago Poopó está obligando a las comunidades que alguna vez se asentaron en sus orillas, a abandonar el lugar.