El Gobierno de coalición presenta su proyecto para controlar todo el circuito de esta sustancia, que podría entrar en vigor en 2024 tras recibir el visto bueno de la Comisión Europea. Alemania quiere ser el primer gran país europeo que legalice el consumo y el cultivo de cannabis para uso recreativo.
Los tres partidos que forman la coalición de Gobierno han acordado los puntos clave de la futura ley, que el ministro de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach, cree que podría entrar en vigor en 2024. Antes deberá obtener el visto bueno de la Comisión Europea y superar otros problemas internos, como la oposición de los farmacéuticos y de Estados federados como Baviera, que alertan de que puede favorecer un posible “turismo de la droga” hacia Alemania.
Tras años de debate, la semana pasada el consejo alemán de ministros dio por fin luz verde a un proyecto de ley que permitirá a los médicos recetar flor seca de cannabis y extracto de la planta en aquellos casos en los que no exista alternativa terapéutica. «Nuestro objetivo es que los enfermos graves reciban la mejor atención posible», declaró el ministro de Sanidad, el cristianodemócrata Hermann Gröhe.
Ello significa que ya no será necesario presentar el permiso obligatorio del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM) para poder adquirir marihuana en las farmacias, ya que bastará con una receta. Además, los seguros médicos se harán cargo de los costes, que rondan los 540 euros mensuales de media aunque pueden llegar a los 1.800 en los casos más graves, que antes corrían a cargo de los enfermos.