El jueves pasado se cerró el último capítulo de una historia llena de abusos que tuvo como víctimas a cuatro hermanos de 2, 6. 7 y 9 años de la localidad de Perdriel, en la provincia de Mendoza (Argentina). La Justicia condenó a sus padres a 14 y 10 años de prisión.
Un dibujo que hizo el mayor de los hermanos hizo que la investigación inicie a mediados de 2019. La imagen reflejaba sin dejar lugar a dudas a una pareja teniendo relaciones íntimas. Después, el relato del menor le puso nombre a los delitos indescriptibles que habían sufrido en su casa y los medios locales la identificaron como “la casa del horror”.
El padre de las víctimas fue el primero en caer con el avance de la causa, pues a finales de ese mismo año, la fiscal de Delitos Sexuales Cecilia Bignert lo imputó por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual simple y corrupción de menores, todo agravado por el vínculo y por la convivencia.
La condena para él llegó el 23 de febrero de 2020, ese día en un juicio abreviado en el que se declaró culpable, la Justicia lo condenó a 14 años de prisión. Pese a ello, dentro de esta compleja trama de abusos intrafamiliares, faltaba que respondiera la madre de las víctimas.
La mujer fue detenida e imputada, pero antes de llegar a juicio su situación se agravó aún más, cuando la declaración de otro de sus hijos demostró que ella no solo no había hecho nada para evitar las violaciones sino que también había participado activamente de ellas.
Es así como el 17 de noviembre del año pasado, la defensa solicitó la absolución basada, en la supuesta violencia de género a la que la sometía su marido, pero no convenció al tribunal.
Días atrás el juez Diego Lusverti la condenó a 10 años de cárcel por corrupción de menores aunque aún falta resolver que esté vinculada a la violación, por lo que creen que se le sumarán varios años de condena.