Esta mamá junto a sus tres pequeños hijos de 10, 7 y 4 años de edad, se la pasan todo el día en las calles, vendiendo chicles y turrones, expuestos a cualquier peligro, sobre todos para los pequeñitos.
Hay días en que no logran vender casi nada, y no consiguen ni siquiera para poder comer, tienen que masticar chicles para engañar al estómago o comerse los turrones que son para la venta, por que el hambre en los niños no perdona.
Lamentablemente el drama de la señora Carla no termina ahí, sino que también los dueños del cuarto donde ella alquila, le han pedido desocupación, por la falta de pago. La deuda que tiene que cancelar hasta el sábado es la suma de 500 bolivianos.
Ante esto ella fue a buscar algún cuarto económico, donde pueda mudarse, pero no la quieren recibir por sus hijos. La señora Carla se encuentra desesperada pues el sábado quedarán en la calle y no tendrán dónde dormir con sus hijos.
En la ciudad de Santa Cruz se vienen las bajas temperaturas, ese es el motivo por el que ella teme que sus hijos puedan enfermarse durmiendo en las calles, y no tener como curarlos, ya que aduras penas le alcanza para darles de comer.
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