El reencuentro tan esperado se hizo sentir en los estudiantes, que con una sonrisa en sus caras y una mochila llena de emociones, entran a sus aulas con todas las medidas de bioseguridad.
Fue el jueves 12 de marzo, en 2020, cuando las autoridades educativas dispusieron la suspensión de clases ante la aparición de los primeros casos de Covid-19 en Bolivia. En un inicio se pensó que la medida se extendería por un par de semanas o, a lo máximo, un mes. Pero no fue así.
Las clases presenciales empezaron con un acto cívico, todos con barbijos y el atomizador en la mochila, que previo al ingreso pasaron por la desinfección de manos.
El reencuentro entre profesores y alumnos en el colegio Claudina Thevenet fue emotivo y entre compañeros fue mucho más, todos coincidieron de haber extrañado las clases presenciales.
Son 2.929.557 de estudiantes que vuelven a las escuelas, de los cuales más de 800.000 corresponden a Santa Cruz.
No solo los estudiantes volvieron a los colegios sino también los patrullajes preventivos de la policía, que consisten en la presencia de uniformados en el horario de entrada y salida.
Hasta la semana pasada, más del 80% de las 16.000 unidades educativas que hay en Bolivia ya había adoptado la modalidad presencial, según el Ministerio de Educación.